“Si te pegan, tú pega”
“Pues pégale tu más fuerte”
“Defiéndete, no te dejes pegar”
Estas son las 3 frases por excelencia que primero nos salen cuando nuestro hijo/a nos dice que le pegaron. Y justamente esto es lo que NO le debes decir. Y te cuento el porque antes de que pienses:
“Entonces tiene que dejarse pegar?, tendrá que aprender a defenderse!”.
Sí exacto, pero sin violencia. Si ellos/as devuelven el golpe están aprendiendo a utilizar la misma violencia y a darla por válida. Déjame que te cuente:
Cuando les pegan, no siempre pueden defenderse por diferentes motivos: sienten inseguridad después de ese momento, se sientes indefensos, sienten miedo, no puede reaccionar porque están desconcertados y porque sienten que necesitan ayuda…
Por eso, mejor que decirle LO QUE TIENE QUE HACER, pregúntale como se siente y ofrécele tu ayuda.
Si le pegan, por ejemplo en el colegio, puede que tardes en saberlo porque hablar de hechos dolorosos no es fácil. Por esta razón son tan importantes los momentos de conexión con nuestros hijos, para que se sientan libres de hablar con nosotros sin sentirse juzgados o lo que percibirán será una prolongación de la agresión. (No se sienten comprendidos, ayudados y a mayores les juzgamos de cobardes o débiles).
Que puedes enseñarles:
Que no merecen ese trato,
Que pueden pedir ayuda,
Que aprenderéis juntos habilidades para sobreponeros a esto.
OBSERVA, PREGUNTA, MUESTRA INTERÉS POR LO QUE LES PASA Y AYÚDALE
Cuéntame, ¿has vivido alguna situación así?