El Baby led weaning (BLW) es un método gradual de introducción de alimentación complementaria que está cogiendo mucha fuerza en los últimos años. Éste, podría traducirse como “alimentación dirigida por el bebé”.
En particular, consiste en permitir que el pequeño o pequeña se alimente por si mismo desde sus inicios, ofreciéndole trozos de alimentos blandos que pueda coger con sus manos y llevarlos a la boca, masticarlos (con las encías o con los dientes) y tragarlos una vez se sienta preparado.

Cabe destacar que, para implantar este método de alimentación con éxito se deben tener en cuenta una serie de indicativos que nos muestran que está preparado para ello:
- La primera característica a tener en cuenta es que tenga cumplidos los 6 meses de edad. Esto no es algo que tenga que darse con total exactitud ya que cada persona tiene su ritmo de maduración. Una señal que puede servir de ayuda es que sea capaz de mantenerse sentado. Es muy importante remarcar que la posición adecuada es fundamental para que el paso del alimento sea el adecuado y no exista riesgo de asfixia.
- El segundo indicativo a tener en cuenta es la pérdida del reflejo de extrusión situado en la mitad de la lengua y que hace que automáticamente expulse cualquier alimento sólido que tenga en la boca. Además, debe también mostrar interés por la comida y tener cierta habilidad para coger elementos y llevarlos a la boca.
- El tercer aspecto a tener en cuenta es en cuanto a la preparación de alimentos. Se deben ofrecer trozos grandes y largos para que pueda coger bien con sus manos y suficientemente blandos con la intención de que se deshaga.

En resumen, recordar que el BLW es un complemento a la alimentación del bebé hasta los 12 meses de edad ya que hasta el momento el alimento principal será la leche materna o, en su defecto, la leche artificial. Este método no debe convertirse en una competición que implique malos momentos, gritos o enfados y nunca debe practicarse sin supervisión. En resumidas cuentas, tiene que ser una forma de aprender a comer que sea saludable y placentera para la niña o el niño.