Las consecuencias naturales son aquellas que experimentamos tras una acción sin intervención alguna. Y debemos dejar que nuestros hijos las “sufran” para que se dé un aprendizaje natural NO INTERVENIDO. Por norma general, tendemos a adelantarles lo que les puede pasar con el fin de evitar un malestar o la respuesta natural que va a darse. Y yo os digo, dejad que las viva, solo así se convertirá en un aprendizaje, entenderá la vida y el mundo y sabrá anticiparse a estas situaciones sin necesidad de que papá o mamá le sobre protejan y le repitan las cosas que hay que hacer 500 veces.
Te pongo ejemplos para que puedas entenderlo mejor:
– Salimos a dar un paseo y vemos que probablemente llueva (sobretodo si vives en Galicia). Entonces propones coger un paraguas pero tu hijo se niega en rotundo. La consecuencia natural de que salga sin paraguas es que se va a mojar. ¡Pues deja que lo experimente! El próximo día se acordará de lo que pasa si sale sin paraguas y probablemente lo coja con toda normalidad.
Si nosotros le rescatamos y adelantamos esa protección quizás no sepa el “para qué”, porque nunca ha vivido lo que pasa después.
(No, no se resfría por mojarse un rato. Al llegar a casa, ducha de agua caliente y listo. Un aprendizaje más para su mochila)

– Otro ejemplo podría ser el salir en manga corta o sin cazadora cuando hace frío.
– O dejar los juguetes sin recoger en el patio cuando llueve. Al día siguiente estarán mojados y no podremos jugar con ellos.
¿Que te parecen estas consecuencias naturales? Les permites vivirlas o te salta el chip de la protección!?