A menudo tendemos a confundirnos entre estos dos términos cuando queremos hablar del desarrollo de un niño o de un proceso evolutivo.
Aquí te explico las diferencias:
Cuando hablamos de crecimiento nos referimos a los cambios físicos que se producen en una persona como la estatura, el peso, el perímetro torácico, el perímetro craneal. Son aspectos medibles y cuantificables y que se observan con facilidad.
(El crecimiento es más rápido durante los 3 primeros años que durante el resto de la vida)
La maduración, en cambio, son los cambios biológicos, afectan a la estructura y el funcionamiento de las células. El ser humano cumple un calendario madurativo durante el cual el niño desarrolla determinadas habilidades.