A veces cedemos ante presión de los demás o nos importan más las opiniones de los que están a nuestro alrededor que las de nuestro propio hijo/a.
Incluso me atrevería a decir que tenemos miedo de que nos vean como padres/madres débiles entonces sacamos nuestro lado más “duro” aunque esto cause dolor a la personita que más queremos en el mundo.
.
Te doy unas pautas muy sencillas para que sepas que hacer en estos momentos:
1- Mantén la calma.
2- Evita mostrarte más severo aunque sientas que estás siendo juzgado como padre/madre. Confía en ti, tu hijo/a también lo hace.
3- Lleva a tu hijo/a aparte y habla tranquilamente con él/ella. Piensa en como te sentirías tú si alguien te recrimina delante de otros.
4- Pregúntale por lo sucedido y expresaros el unos al otro como os sentís ante lo sucedido.
5- Trata de educar o corregir, no reñir.
6- Intentad llegar a un acuerdo o buscar una solución común.
7- Volver al lugar y observa.
8- Si la situación a mejorado, házselo saber cuando estéis a solas. Si no, recuérdale lo acordado.