“El bosque encantado” en Aldán

Desde que nació nuestro segundo escalador, hace dos meses ya, nos dedicamos a conocer y volver a visitar lugares que nos encantan aquí en nuestra provincia y alrededores de donde vivimos. He de reconocer que somos más de coger un avión y volar lejos pero entre revisiones y pruebas médicas, comienzo de cole, papeles para la guarde, cólicos, el excesivo calor…. todavía no nos hemos aventurado con dos pequeños pero no tardaremos mucho, esperemos que en unos meses.

Por el momento nos dedicamos a pasar largos ratos en familia en lugares encantadores. Y uno de esos lugares es la “Finca del Conde” de Aldán. Quizás ya hayas visto mis fotos en redes sociales y es que el lugar se presta para ello. Es un corto paseo, perfecto para ir una tarde, adentrándote en un bosque. Todo aquel que lo visita queda sorprendido porque parece simplemente un caminito entre árboles por donde dar un pequeño paseo a la sombra hasta que vas encontrando cosas que no esperas como un antiguo acueducto, molinos de agua, un lavadero, cuerdas para columpiarse, mesas y bancos para merendar y un precioso mini-castillo. Lo cual hace que te preguntes todo el rato ¿y esto que hace aquí?. Es un lugar con mucho encanto y si vas con niños se hace doblemente especial ya que todo parece de cuento.

Se encuentra en la provincia de Pontevedra, en la comarca de Cangas do Morrazo y también se le conoce como el “Bosque encantado de Aldán“, y no es para menos. Si vais ahora en otoño, podéis recoger además un montón de castañas que ya se caen de los árboles (ojo, no os caiga un erizo) y veréis el colorido de la época en el entorno, entre verdes, naranjas, marrones…

Es accesible con carritos o sillas. No es que el camino sea una autopista pero esquivando algunas raíces en el suelo se puede llevar una sillita perfectamente.

Aquí os dejo unas fotos para que os animéis a visitarlo. (ver fotos)

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