Dicen los expertos en psicología emocional que podemos tener hasta tres pensamientos negativos al día. Esto sería permisible. Pero lo cierto es que tenemos muchísimos más. Tendemos siempre a hablar en lenguaje negativo y más en materia de educación. El “no” está tan interiorizado en nuestro vocabulario que nunca somos conscientes de las veces que lo decimos a lo largo del día. Esto acaba generando pensamientos negativos y limitantes.
Una estrategia clave para transformar pensamientos negativos en positivos es saber identificar el diálogo negativo. Aquí van una serie de frases que utilizamos cuando intentamos educar a nuestros hijos/as y el ejemplo de cómo podemos cambiarlas a positivo.
En la primera columna tienes la frase negativa y en la segunda y tercera columna la misma frase convertida en positiva. La tercera columna son ejemplos de cómo podemos decir lo mismo sin necesidad de utilizar el “sí” o el “no”. Basadas en la educación con disciplina positiva, nos centramos en transmitir al niño lo que puede hacer en vez de lo que no puede hacer.
