La plastilina casera es un remedio infalible para esos momentos que nuestros pequeños necesitan hacer algo que sea diferente. Para esos momentos de aburrimiento que nada les vale y tenemos que sacarnos de la manga cualquier invento, esta es opción que nunca falla.
Esta manualidad que voy a enseñaros es una receta en frío. Con esto quiero decir que no es necesario hornear para obtener esta plastilina.
Vamos a ello!!
Necesitamos:
- Harina (3 pocillos o vasos pequeños)
- Sal (1 pocillo o vaso pequeño)
- Agua (1 pocillo o vaso pequeño)
La cantidad podéis escogerla vosotros. Yo suelo utilizar pocillos o vasitos de yogur. Siempre que sigáis esa proporción 3-1-1 no hay problema.
Con esto tres ingredientes sería suficiente para tener nuestra pasta pero yo siempre recomiento poner un poquito de aceite para que la consistencia sea mas blanda y puedan moldear mejor.
- Aceite (2-5 cucharadas)
PREPARACIÓN
Primero mezclamos los 3 primeros ingredientes (harina, sal y agua) en un bol. una vez que tengamos todo mezclado, añadiremos el aceite poco a poco. Empezaremos con 2 cucharadas y amasamos. Añadiremos más si queremos que sea más blanda.
Consejo: no pasarse con el aceite porque si queda demasiado blanda ninguna figura se quedará con buena forma.
Opcional
- Colorante
Si preferís que vuestra plastilina sea de colores, hacemos de esa masa varias partes y a cada una ponemos colorante alimentario del color que nos guste. Basta con amasar de nuevo y listo. Cuanto más trabajemos la pasta más repartido quedará el color.